DIRECTORIO FRANCISCANO
Escritos de San Francisco de Asís

SALUDO A LAS VIRTUDES [SalVir]

.

1¡Salve, reina sabiduría!, el Señor te salve con tu hermana la santa pura sencillez. 2¡Señora santa pobreza!, el Señor te salve con tu hermana la santa humildad. 3¡Señora santa caridad!, el Señor te salve con tu hermana la santa obediencia. 4¡Santísimas virtudes!, a todas os salve el Señor, de quien venís y procedéis.

5No hay absolutamente ningún hombre en el mundo entero que pueda tener una de vosotras si antes él no muere. 6El que tiene una y no ofende a las otras, las tiene todas. 7Y el que ofende a una, no tiene ninguna y a todas ofende (cf. Sant 2,10). 8Y cada una confunde a los vicios y pecados.

9La santa sabiduría confunde a Satanás y todas sus malicias. 10La pura santa sencillez confunde a toda la sabiduría de este mundo (cf. 1 Cor 2,6) y a la sabiduría del cuerpo. 11La santa pobreza confunde a la codicia y avaricia y cuidados de este siglo. 12La santa humildad confunde a la soberbia y a todos los hombres que hay en el mundo, e igualmente a todas las cosas que hay en el mundo. 13La santa caridad confunde a todas las tentaciones diabólicas y carnales y a todos los temores carnales (cf. 1 Jn 4, 18). 14La santa obediencia confunde a todas las voluntades corporales y carnales, 15y tiene mortificado su cuerpo para obedecer al espíritu y para obedecer a su hermano, 16y está sujeto y sometido a todos los hombres que hay en el mundo, 17y no únicamente a solos los hombres, sino también a todas las bestias y fieras, 18para que puedan hacer de él todo lo que quieran, en la medida en que les fuere dado desde arriba por el Señor (cf. Jn 19,11).


 

SALUDO A LAS VIRTUDES [SalVir]

¡Salve, reina sabiduría!, el Señor te salve con tu hermana la santa pura sencillez.
¡Señora santa pobreza!, el Señor te salve con tu hermana la santa humildad.
¡Señora santa caridad!, el Señor te salve con tu hermana la santa obediencia.
¡Santísimas virtudes!, a todas os salve el Señor, de quien venís y procedéis.
No hay absolutamente ningún hombre en el mundo entero que pueda tener una de vosotras si antes él no muere.
El que tiene una y no ofende a las otras, las tiene todas. Y el que ofende a una, no tiene ninguna y a todas ofende. Y cada una confunde a los vicios y pecados.
La santa sabiduría confunde a Satanás y todas sus malicias.
La pura santa sencillez confunde a toda la sabiduría de este mundo y a la sabiduría del cuerpo.
La santa pobreza confunde a la codicia y avaricia y cuidados de este siglo.
La santa humildad confunde a la soberbia y a todos los hombres que hay en el mundo, e igualmente a todas las cosas que hay en el mundo.
La santa caridad confunde a todas las tentaciones diabólicas y carnales y a todos los temores carnales.
La santa obediencia confunde a todas las voluntades corporales y carnales, y tiene mortificado su cuerpo para obedecer al espíritu y para obedecer a su hermano, y está sujeto y sometido a todos los hombres que hay en el mundo, y no únicamente a solos los hombres, sino también a todas las bestias y fieras, para que puedan hacer de él todo lo que quieran, en la medida en que les fuere dado desde arriba por el Señor.

.