LA IGLESIA ANTE «EL CÓDIGO DA
VINCI»
Documento de la Conferencia
del Episcopado Mexicano
MÉXICO, jueves, 29 marzo 2006 (ZENIT.org -
El Observador).- Ante el
inminente estreno de la versión cinematográfica del libro de Dan
Brown, «El Código Da Vinci», la Conferencia del Episcopado
Mexicano ha emitido un documento en el cual analiza, objetivamente, la actitud
de los fieles ante este acontecimiento.
Dado que se trata de un best-seller
mundial y que podría ser visto en la pantalla grande por hasta 800
millones de seres humanos, la Iglesia católica mexicana quiere dirigir
una palabra a los católicos del país y del mundo, sobre todo,
para que aprovechen esta coyuntura y se preparen para hablar de Cristo desde la
verdad.
Por el interés que presenta el
documento, lo reproducimos en su totalidad.
LA IGLESIA ANTE «EL
CÓDIGO DA VINCI»
Desde que se publicó en la primavera
de 2003, la novela «El Código Da Vinci», de Dan Brown, ha
vendido 40 millones de ejemplares: se puede considerar el «bestseller de
la década».
La película basada en esa novela
será presentada en el festival de Cannes el próximo 17 de mayo, y
estrenada simultáneamente en los cines de todo el mundo el viernes 19 de
mayo.
Según «Newsweek», esta
superproducción de Hollywood, dirigida por Ron Howard y con actores de
primera fila (Tom Hanks, Jean Reno, Audrey Tautou, Alfred Molina, Ian McKellen,
etc.) será el gran evento de 2006. Se estima que 800 millones de
personas acudirán a ver la película.
La trama de «El Código da
Vinci» es la siguiente:
Jesús se casó con María
Magdalena y tuvo varios hijos. Su descendencia es el verdadero Santo Grial
(sangre de rey = sang real = Santo Grial).
Cristo confió la Iglesia a
María Magdalena, pero los apóstoles se confabularon contra ella,
y tuvo que escapar a Francia. Desde entonces el clandestino «Priorato de
Sión» protege a la descendencia de Cristo de los ataques de la
Iglesia Católica, y transmite sus secretos en códigos ocultos.
Por ejemplo, en la «Última Cena» de Leonardo Da Vinci, la
figura junto a Cristo no es el apóstol Juan sino María Magdalena.
La novela comienza cuando una
comisión de cardenales presiona al prelado del Opus Dei para que uno de
sus miembros, asesino de profesión, mate a los últimos
descendientes vivos de Cristo.
Las ideas de fondo de «El
Código da Vinci» son:
Jesús no pensaba ser Dios, ni sus
discípulos lo consideraron divino. La creencia en la divinidad de
Jesucristo fue impuesta por el emperador Constantino en el Concilio de Nicea
del 325.
Jesús y María Magdalena
representaban la dualidad masculina- femenina (como Marte y Atenea, Isis y
Osiris); los primeros seguidores de Jesús adoraban «el sagrado
femenino», pero luego fue eliminado, y la Iglesia se hizo
misógina.
La Iglesia se basa sobre una gran mentira:
Cristo era un hombre normal y corriente. Para ocultar la verdad, la Iglesia ha
destruido documentos, ha asesinado a millones de brujas y herejes, ha
manipulado las Escrituras...
La novela «El Código da
Vinci» presenta dos problemas:
Se trata de una obra de ficción, en
la que todos los personajes de la Iglesia son retratados de manera
odiosa.
El autor afirma en la presentación
del libro: «Todas las descripciones de obras de arte, arquitectura,
documentos y ritos secretos en esta novela son verdaderas». En realidad,
la obra contiene numerosísimos errores: de arte, de historia, de
religión y de cultura.
La película agravará la
situación:
Porque esas falsedades llegarán a
muchas más personas (800 millones, o más si luego concursa para
los premios Óscar).
Porque las imágenes son más
poderosas que las palabras, y dejan más huella.
Porque las películas llegan a las
masas, también a quienes tienen poca formación y carecen de
recursos críticos para distinguir qué es ficción y
qué es realidad.
Porque será utilizada por los
enemigos de la Iglesia para lanzar otras acusaciones y campañas sobre
temas que no tienen que ver con el libro.
¿Qué se puede hacer ante
esta situación?
Aprovechar la oportunidad para hablar de
Jesucristo y de la Iglesia:
Muchos católicos bien formados y
practicantes se sentirán ofendidos: hay que saber encauzar su
reacción, de forma serena y constructiva.
Muchos más católicos
tendrán dudas sobre si lo que dice el libro es verdad: habrá que
intensificar la catequesis, y tocar algunos temas (pregunten o no
pregunten).
Muchas otras personas hasta ahora
indiferentes sentirán curiosidad de saber más acerca de la fe:
habrá que estar preparados para satisfacer su interés con una
evangelización atractiva.
Además, puede ser una buena
ocasión de trabajar junto a otros creyentes: con ortodoxos y
protestantes, porque el libro y la película ofenden a todos los
cristianos; con judíos y musulmanes (porque es una nueva
manifestación de intolerancia contra quienes tienen una visión
religiosa del mundo); y con intelectuales no creyentes, que se sienten
ofendidos por los numerosos errores históricos, artísticos,
culturales, etc., realizados «para ganar dinero».
Se puede aprovechar para impulsar a
católicos de cierta posición (intelectuales, periodistas,
empresarios, etc.) a que se muevan más y vivan su fe con más
responsabilidad.
* * *
«EL EVANGELIO DE
JUDAS»
Entrevista al P. Thomas
Williams
ROMA, jueves, 6 abril 2006 (ZENIT.org).- «National Geographic»
ha anunciado su intención de publicar una traducción en varios
idiomas de un antiguo texto llamado «El Evangelio de Judas» a
finales de este mes.
El manuscrito de 31 páginas, escrito
en copto, hallado en Ginebra en 1983, no aparece hasta ahora traducido en las
lenguas modernas.
Zenit ha pedido al padre Thomas D.
Williams, L. C., decano de la Facultad de Teología de la Universidad
«Regina Apostolorum» de Roma, que comente la importancia de este
descubrimiento.
--¿Qué es el Evangelio de
Judas?
Aunque el manuscrito todavía debe
ser autentificado, probablemente es un texto del siglo IV o V, una copia de un
documento anterior, redactado por la secta gnóstica de los Cainitas.
El documento presenta a Judas Iscariote de
manera positiva y le describe obedeciendo a la orden divina de entregar a
Jesús a las autoridades para la salvación del mundo.
Puede ser una copia del «Evangelio de
Judas» citado por san Ireneo de Lyón en su obra «Contra las
herejías», escrita en torno al año 180.
--Si es auténtico, ¿supone
algún desafío a la fe de la Iglesia católica?
¿Sacudirá los cimientos del cristianismo, como sugieren algunas
notas de prensa?
Ciertamente no. Los evangelios
gnósticos, hay muchos más, no son documentos cristianos en
sí, ya que proceden de una secta sincretista que incorporó
elementos de diferentes religiones, incluyendo el cristianismo.
Desde el momento de su aparición, la
comunidad cristiana rechazó estos documentos por su incompatibilidad con
la fe cristiana.
El «Evangelio de Judas»
sería un documento de este tipo, que tendría gran valor
histórico, ya que contribuye a nuestro conocimiento del movimiento
gnóstico, pero no supone ningún desafío para el
cristianismo.
--¿Es verdad que la Iglesia ha
tratado de encubrir este texto y otros documentos apócrifos?
Estos son inventos hechos circular por Dan
Brown, el autor de «El Código Da Vinci», y otros autores que
apoyan la teoría de la conspiración.
Usted puede ir a cualquier librería
católica y obtener un ejemplar de los evangelios gnósticos. Los
cristianos no creen que sean verdaderos, pero no hay ningún intento de
esconderlos.
--Pero, ¿no cree que un documento
así pone en tela de juicio las fuentes cristianas, en particular los
cuatro evangelios canónicos?
Recuerde que el gnosticismo surgió a
mediados del siglo II, y el «Evangelio de Judas», si es
auténtico, probablemente se remonta a finales del siglo II.
Sería como si yo me pusiera a
escribir ahora un texto sobre la Guerra Civil de los Estados Unidos y lo
presentara como una fuente histórica primaria de esa Guerra. El texto
podría no haber sido escrito por un testigo presencial, como en cambio
lo son al menos dos de los evangelios canónicos.
--¿Por qué estaban tan
interesados en Judas los militantes en el movimiento gnóstico?
Una de las mayores diferencias entre las
creencias gnósticas y el cristianismo se refiere a los orígenes
del mal en el universo.
Los cristianos creen que un Dios bueno
creó un mundo bueno, y que por el abuso del libre albedrío, el
pecado y la corrupción entraron en el mundo y produjeron desorden y
sufrimiento.
Los gnósticos, en cambio, atribuyen
a Dios el mal en el mundo y afirman que creó el mundo de un modo
desordenado. Por esto, son partidarios de la rehabilitación de figuras
del Antiguo Testamento como Caín, que mató a su hermano Abel, y
Esaú, el hermano mayor de Jacob, que vendió sus derechos de
primogenitura por un plato de lentejas.
Judas entra perfectamente en la
visión gnóstica que muestra que Dios quiere el mal del mundo.
--Pero ¿no cree que la
traición de Judas fue un elemento necesario del plan de Dios, como
sugiere el texto, para que Cristo diera su vida por los hombres?
Siendo omnisciente, Dios conoce
perfectamente nuestras elecciones, tiene en cuenta incluso nuestras decisiones
equivocadas en su plan providencial para el mundo.
En su último libro «Memoria e
identidad», Juan Pablo II reflexionaba elocuentemente sobre cómo
Dios sigue obteniendo bien incluso del peor mal que el hombre pueda producir.
Esto no significa, sin embargo, que Dios
desee que hagamos el mal, o que buscaba que Judas traicionara a Jesús.
Si no hubiera sido Judas, hubiera sido otro cualquiera. Las autoridades
habían decidido que Jesús debía morir y era ya sólo
cuestión de tiempo.
--¿Cuál es la
posición de la Iglesia respecto a Judas? ¿Es posible
«rehabilitarlo»?
Si bien la Iglesia católica cuenta
con un proceso de canonización por el que declara que algunas personas
están en el cielo, como los santos, no prevé un proceso de este
tipo para declarar que una persona está condenada.
Históricamente, muchos pensaron que
Judas está probablemente en el infierno, debido al severo juicio de
Jesús: «Hubiera sido mejor para ese hombre no haber nacido»,
se puede leer en el Evangelio de Mateo (26, 24). Pero incluso estas palabras no
son una evidencia concluyente respecto a su suerte. En su libro de 1994,
«Cruzando el umbral de la esperanza», Juan Pablo II escribió
que estas palabras de Jesús «no aluden a la certeza de la condena
eterna».
--Pero si hay alguien que merece el
infierno, ¿no sería Judas?
Seguramente mucha gente merece el infierno,
pero debemos recordar que la gracia de Dios es infinitamente más grande
que nuestra debilidad.
Pedro y Judas cometieron faltas parecidas:
Pedro negó a Jesús tres veces, y Judas lo entregó. Y ahora
Pedro es recordado como un santo y Judas simplemente como el traidor. La
principal diferencia entre los dos no es la naturaleza o gravedad de su pecado
sino más bien la voluntad de aceptar la gracia de Dios. Pedro
lloró sus pecados, volvió con Jesús, y fue perdonado. El
Evangelio describe a Judas ahorcándose desesperado.
--¿Por qué está
despertando tanto interés el «Evangelio de Judas»?
Estas teorías sobre Judas no son
ciertamente nuevas. Baste recordar la ópera rock de 1973,
«Jesucristo Superstar», en la que Judas canta «Realmente no
he venido aquí por mi propia voluntad», o la novela de Taylor
Caldwell, de 1977, «Yo, Judas».
El enorme éxito económico de
«El Código da Vinci» ha abierto sin duda la caja de Pandora
y ha dado incentivos monetarios a teorías de este tipo.
Michael Baigent, autor de «Sangre
Santa, Santo Grial», ahora ha escrito el libro «The Jesus
Papers» (Los documentos de Jesús) en el que recicla la vieja
historia de que Jesús sobrevivió a la crucifixión.
Y un nuevo estudio
«científico» recién publicado afirma que las
condiciones meteorológicas podrían haber hecho que Jesús
caminara sobre un pedazo de hielo flotante en el Mar de Galilea, cuando el
Evangelio dice que caminaba sobre el agua.
Básicamente, para quienes rechazan
tajantemente la posibilidad de los milagros, cualquier teoría, por
extraña que pueda ser, es mejor que las afirmaciones cristianas.
[Fuente de información:
Zenit, Agencia de noticias]