DIRECTORIO FRANCISCANO
SANTORAL FRANCISCANO

17 de febrero
BEATO LUCAS BELLUDI (1200(?) - 1286)

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Nació en Padua hacia 1200, de familia noble y rica. Estudió en la Universidad de Padua, como lo prueba su gran cultura. En 1220 se encontró con san Francisco que, a su regreso de Oriente, pasó por Padua y fundó, junto a Santa María de la Arcella, un hospicio, en el que recibió a Lucas, a quien orientó al sacerdocio. El año 1227, Lucas se encontró con san Antonio, y a partir de entonces fue su discípulo y compañero inseparable, que le asistió hasta la muerte; luego fue uno de los editores de los sermones del Santo, testigo de su santidad y promotor de su Basílica en Padua. Además, Lucas fue hombre de gran talento y profunda espiritualidad, verdadero sabio, famoso predicador, de vida sencilla y sana doctrina. Fue elegido Ministro provincial varias veces. Dejó escritos sus propios sermones. Murió en la Arcella (Padua) el 17 de febrero de 1286. Fue beatificado por Pío XI en 1927.

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Lucas nació en Padua (Italia) hacia el año 1200, de la noble y muy rica familia de los Belludi. Los datos que tenemos de su vida, y en particular de su juventud, son más bien escasos. Con toda probabilidad estudió en la Universidad de Padua, como lo prueba su gran cultura, y el año 1220 se encontró con san Francisco que, a su regreso de Oriente, había desembarcado en Venecia y, de camino hacia su tierra, pasó por Padua. En Santa María de La Cella o Arcella, cerca de la ciudad, el Santo fundó un monasterio de clarisas, en el que recibió a la beata Elena Enselmini (cf. 4 de noviembre), y junto al mismo un pequeño hospicio para los frailes que las atendían; en él recibió Lucas el hábito de manos de Francisco y en él moriría años más tarde san Antonio. Parece que fue el mismo san Francisco quien orientó a Lucas al sacerdocio, habida cuenta de su formación y sus virtudes.

En la humilde residencia de la Arcella pasó el ya sacerdote Lucas años de oración y penitencia, a la vez que comenzaba a perfilar sus sermones. El año 1227, san Antonio, que había estado predicando en el sur de Francia, regresó a Italia y fue elegido Ministro provincial del norte de Italia. Por entonces, tal vez en el mismo año, Antonio se encontró con Lucas, y éste sería en adelante el discípulo y compañero inseparable del Santo, en sus correrías apostólicas y en la redacción de sus Sermones. Cuando después de la intensísima Cuaresma que predicó en Padua el año 1231, san Antonio se retiró al eremitorio de Camposampiero, cerca de Padua, allí lo atendió y cuidó el beato Lucas. El 13 de junio de 1231, durante la comida, Antonio sufrió un colapso y se sintió morir; pidió que lo trasladaran a Padua y, una vez más, Fr. Lucas fue su compañero inseparable; lo asistió durante el viaje en carreta y permaneció a su lado en la Arcella hasta que expiró aquella misma tarde. Después, nuestro Beato fue uno de los editores de los sermones del Santo, testigo de su santidad y promotor de su glorificación mediante la pronta canonización y la construcción de su Basílica en Padua. Tan estrecha fue la relación entre el Santo y nuestro Beato, que a éste se le llama también «Lucas de San Antonio».

En la vida del beato Lucas se suele destacar sobre todo el haber sido compañero y colaborador de san Antonio; pero, además, fue un hombre de gran talento y profunda espiritualidad, un verdadero sabio, famoso predicador, de vida sencilla y sana doctrina. Fue elegido Ministro provincial varias veces. Después de la muerte de san Antonio, el beato Lucas fue uno de los editores de sus Sermones; por otra parte, Lucas es también autor de sus propios Sermones Dominicales y otros, que se conservan inéditos en la Biblioteca Antoniana de Padua.

Murió en el hospicio de la Arcella (Padua) el 17 de febrero de 1286. Su cuerpo fue depositado, en la Basílica de San Antonio, en el mismo sepulcro en que estuvo sepultado al principio el Santo, su amigo y maestro. En 1971 los restos del Beato fueron trasladados a otra tumba dentro de la misma Basílica, donde reposan en la actualidad. Fue beatificado por Pío XI el 18 de mayo de 1927. Entre los lugares de la Basílica paduana que merecen visitarse se encuentra la Capilla del Beato Lucas Belludi, totalmente pintada al fresco por Giusto de' Menabuoi (1382). Aún hoy son muchos estudiantes que acuden a su sepulcro para pedirle su intercesión a la hora de los exámenes.

BEATO LUCAS BELLUDI ( 1286)

Era natural de Padua, donde nace hacia el año 1200 en el seno de la poderosa familia Belludi. Cuando tenía veinte años oye predicar a san Francisco de Asís y se siente atraído por su ejemplo de tal modo que ingresa en la Orden de Menores. Hace el noviciado y, una vez profeso, san Francisco lo destina al sacerdocio, que recibe.

Cuando san Antonio de Padua recibe la tarea de ser predicador popular por los pueblos del norte de Italia y sur de Francia, fray Lucas le es asignado como compañero y colaborador, y ésta es la tarea que Lucas ejerce hasta la temprana muerte del Santo Doctor.

Lucas se opone valientemente a la tiranía de Ezzelino, cuyo representante, Ansedisio, tuvo que escuchar las invectivas de Lucas contra la crueldad de su gobierno y contra sus atropellos a la Iglesia. La venganza no se hizo esperar: Lucas fue desterrado y a su propia familia le llegó también la cólera del tirano, ya que le fueron confiscados sus bienes. Las cosas no pudieron arreglarse hasta después de la muerte de Ezzelino.

Lucas prosiguió su trabajo en Padua, y producida la canonización de san Antonio, trabajó en la construcción de una basílica en su honor. Elegido provincial de la Orden, levanta un magnífico convento junto a la basílica y logra al mismo tiempo la creación de otros conventos de su Orden.

Lucas perseveró en su tarea evangelizadora que se completaba con el ejemplo de vida santa que dio siempre, sobresaliendo por su caridad y humildad. Vino a morir con ochenta y cinco años el 17 de febrero de 1286 y fue enterrado en la misma sepultura en que inicialmente estuvo el cuerpo de san Antonio. Su culto inmemorial fue confirmado por el papa Pío XI el 18 de mayo de 1927.

[Año cristiano. Febrero. Madrid, BAC, 2003, pp. 365-366]

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BEATO LUCAS BELLUDI ( 1286)

Sacerdote, discípulo y compañero de san Antonio, de la Primera Orden de san Francisco (1195(?) - 1285). Aprobó su culto Pío XI el 18 de mayo de 1927.

Lucas Belludi nació en Padua, hacia 1195. En el verano de 1220 san Francisco, de regreso del Oriente, atravesó el Véneto y se detuvo en Padua, y junto a la iglesita de Santa María de Arcella hizo construir un pequeño convento para algunos de sus seguidores. En la Arcella dio el hábito de las Damas Pobres de Santa Clara a la beata Elena Enselmini y el hábito de los Hermanos Menores a un joven sacerdote, Lucas Belludi.

Allí vivió Lucas siete años dedicado a la mortificación y al apostolado. En este tiempo escribió sus Sermones, que se conservan en preciosos códices. En 1227 se encuentra con san Antonio de Padua y desde entonces los dos amigos, como dos almas gemelas, vivirán juntos, unidos en un solo corazón y en una sola alma. En Pentecostés de 1227 san Antonio tomó parte en el Capítulo General en la Porciúncula. Allí fue elegido Ministro provincial de una extensa Provincia que abarcaba toda la Italia septentrional, y tomó al beato Lucas como su acompañante. Fue con él cuando el Santo en Roma predicó la cuaresma ante el papa Gregorio IX. En 1230 los dos santos participaron en el Capítulo general en Asís y presenciaron la traslación de los restos de san Francisco de la iglesia de San Jorge a la nueva Basílica erigida en la colina del Paraíso. De regreso de Asís, se detuvieron en Camposampietro, donde el conde Tiso dio fraternal hospedaje al Santo taumaturgo cuya salud estaba terriblemente minada. Al agravarse el mal, el beato Lucas quiso transportar al Santo a Padua, pero en Arcella debió asistir en su agonía y muerte el 13 de junio de 1231 al santo a quien siempre había amado y venerado.

Acontecimientos alegres llenan la vida del beato Lucas. Su santo maestro fue canonizado a sólo 11 meses de su muerte por el papa Gregorio IX, y en Padua se daba comienzo a la gran basílica, que a través de los siglos cantaría las glorias del taumaturgo. En la glorificación del maestro tuvo el discípulo una parte importante.

Ezzelino II de Romano, verdugo y tirano, a quien Dante condenó en medio de los violentos sumergidos en su propia sangre, continuaba produciendo víctimas inocentes. El beato Lucas, ardiente como su maestro, se presentó ante Ansedisio, lugarteniente del tirano, y le reprochó las injusticias y delitos cometidos. Ezzelino ordenó: «Fray Lucas sea perdonado, pero su familia sea condenada al destierro». Y así se hizo.

El beato Lucas Belludi se durmió santamente en el sueño de los justos hacia 1285 y se encontró para siempre con su maestro y taumaturgo. Tenía unos 90 años, de los cuales había pasado 65 al servicio de Dios y de los hermanos, con un admirable espíritu de dedicación.

[Ferrini-Ramírez, Santos franciscanos para cada día. Asís, Ed. Porziuncola, 2000, pp. 54-55]

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